Kael regresó a la oficina de Lyra. Ella tenía en las manos los documentos de la negociación, y aunque intentaba concentrarse, la ansiedad era evidente en su rostro. Sus ojos recorrían cada cláusula con creciente inquietud, hasta que finalmente soltó los papeles, algo desconcertada.—Me siento un poco nerviosa, la parte comercial es completamente desconocida para mí —admitió, intentando mantener la calma.Kael suspiró con suavidad. —Te entiendo. Tampoco es mi fuerte, pero vas con Arkan, además, la empresa con la que negociaremos fue fundada por licántropos, igual que nosotros, y tiene una excelente reputación en el sector.—Un negocio con ellos sería muy beneficioso —dijo Lyra, tomando de nuevo los documentos. Pero antes de que pudiera seguir leyendo, Kael se acercó y le tomó la mano con delicadeza.—No te preocupes, Omega. Lo harás bien. Esta negociación tiene bases sólidas y, pase lo que pase, saldremos ganando, además, siempre estaré pendiente de ti, no voy a dejarte sola con esto
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