Punto de Vista de Héctor—¿Quieres encargarte de él? —abrí un enlace mental triple entre Esteban, Ramón y yo.—¿Me lo permitirías? —Ramón parecía sorprendido por mi oferta.Era cierto que como alfa me correspondía hacerlo, pero ese maldito había atacado a su hermana. Si Ramón quería despedazarlo, yo no se lo impediría, aunque sabía que eso no aliviaría su dolor; solo eliminaría la amenaza, no el recuerdo.—Es tu hermana. Se suponía que él debía cuidarla, así que me parece justo que seas tú quien decida. Pero te entiendo si prefieres no hacerlo. Acabar con él no borrará ni los recuerdos ni el rencor... solo eliminará al culpable.La punta de la daga había estado impregnada con matalobos, causando que perdiera mucha sangre. La herida no se cerraba y, aunque no recibiese más castigo, no sobreviviría hasta el anochecer.A Ramón no le tomó mucho tiempo ejecutar su sentencia. Sacó la daga del costado del hombre y la hundió en su cuello.Yo le habría roto el cuello con mis propias manos y ya,
Leer más