Adán García. Estoy en mi oficina, rodeado de papeles que parecen multiplicarse sin cesar, mientras en la pantalla frente a mí observo el caos que reina en casa de la familia esposa. El nombre de Nikolaus Hoffman está en boca de todos, y no precisamente con tranquilidad.Hace poco descubrieron que el socio misterioso, aquel que se mantenía en las sombras desde la muerte de Ethan, siempre ha sido un íntimo amigo del alemán. De pronto todo encaja: cada decisión estratégica tomada por ese “desconocido” encontraba respaldo inmediato en Hoffman.Cinco años han pasado y, aunque la empresa de Ethan ha evolucionado para bien, los Davies sienten que la bonanza nunca les favorece. Rowan y Brandon atraviesan crisis que ellos mismos han provocado: negocios mal ejecutados, inversiones nefastas, y un dinero que parece derretirse en sus manos por no saber administrarlo.Yo observo todo desde cierta distancia, pero no soy indiferente.Mis hijos siguen siendo la luz que ilumina cada día, y dentro de p
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