Capítulo noventa y dos: El niño de la foto.
— — — — Narra Brad Lancaster — — — —
El sol entra apenas por las rendijas de la cortina cuando Amy se revuelve a mi lado. Acaricia su vientre aún pequeño, pero que ya nos cambió la vida. La observo en silencio, desde la almohada, sin atreverme a moverme. El embarazo ha sido delicado desde el primer día, y aunque ella finge estar tranquila, yo veo la tensión en su mirada cada vez que se levanta demasiado rápido o cuando el dolor la toma por sorpresa.
—¿Estás despierto? —pregunta, con la voz todavía adormilada.
—Lo estoy desde hace rato —respondo mientras paso un brazo bajo su cuello y la acerco a mí—. Solo quería verte dormir. Estás hermosa.
—Mentiroso —murmura, pero se acurruca en mi pecho como cada mañana—. Me siento un globo.
—Un globo que amo —bromeo—. Y un globo que lleva a mis tres pequeños en su interior. Eso te hace preciosa.
Se ríe, aunque sé que su humor es una forma de enfrentar el miedo. Desde que supimos que esperábamos t