534. TÚ, YO Y EL UNIVERSO
Sonrío al escuchar sus palabras. La idea de una vida tranquila, lejos de todo, rodeada de naturaleza, parece una utopía, pero también suena como una promesa que comienza a darle sentido a nuestro caos.—¿Te quedaste sin palabras? —pregunta Gerónimo, divertido, al ver mi silencio.—No, solo estoy imaginándomelo —respondo, con una leve sonrisa—. Y sí, suena perfecto.Caminamos juntos por el sendero. A medida que avanzamos, el paisaje cambia lentamente; los árboles se hacen más altos, más robustos, y la vegetación parece reclamar su espacio en cada rincón. Cada paso me hace sentir más conectada con la tierra, más lejos de los problemas que dejamos en la cabaña y más cerca de la paz que ansiamos encontrar.—¿Cuánto falta? —pregunto, intentando ocultar que mi costilla todavía me molesta un poco.<
Ler mais