BLAIRHabía un olor metálico mezclado con el de la carne quemada, combinación que por alguna razón me pareció nauseabunda. En el fondo de mi mente titilaba una campana desconocida, y los sonidos del viento y de la madera al romperse lo llenaron todo. Me sentía mareada, como si algo me hubiera sacado de mi centro y, de repente, solo abrí los ojos de par en par y me senté, dando una bocanada de aire que me hizo jadear, y que asustó a todos los que estaban alrededor, menos a él.—Oye, ¿estás bien?Los ojos preocupados de Dominik me estudiaron de arriba abajo, pero la confusión me llenó.Ya no me encontraba en la oficina, sino recostada en una cama un poco dura en algo que me pareció la enfermería.—¿Qué pasó? Yo… en la caja, la rata… —Empecé a estremecerme de repente, pero Dominik tomó mis manos y negó con la cabeza.—No pienses en eso, ¿sí? Aléjalo de tu mente todo lo que puedas.Lo vi y asentí, y oí carraspear a otra persona, que se acercó y pidió espacio. En el lugar, además de Domin
Ler mais