360. EL AMOR LO PUEDE TODO
KIERAN:Miraba a mi Luna caminar de un lado a otro como una loba enjaulada. Caminé despacio, sin que apenas se percatara de que lo hacía, y la atrapé en mis brazos, impidiendo que continuara con esa desesperación. Me dolía verla así, desesperada, perdida, confundida. Cuando finalmente se relajó, se echó a llorar desconsoladamente. —Todo es mi culpa —dijo entre sollozos—. Si no hubiera hecho aquella barrera, si no hubiera sido tan alocada, si no me hubiera negado a ser una loba…, mis bebés… —Ssshhh…, no es tu culpa, nada —dije mientras la llevaba al baño—. Los recuperaremos, no sé cómo, no puedo engañarte en eso, pero lo haremos. Confía en mí, en nosotros. Me miró a los ojos, buscando en ellos un rastro de certeza y una promesa tangible a la que aferrarse. Podía sentir su miedo calando en lo más hondo de mí y no sabía cómo evitar que sufriera. —Kieran, ¿cómo puedes estar tan seguro? —murmuró, sollozando. —Porque hemos superado ya tormentas imposibles —respondí, repasando con
Leer más