Ella lo miró con ojos fríos, llenos de fastidio.Nicolás apretó los labios.—Daniela, puedes enojarte conmigo, hacer berrinches, pero no puedes bromear con lo de terminar. No voy a terminar contigo.—Nicolás, ¿por qué eres tan terco? ¿Acaso no entiendes lo que te digo? ¡Ya te dije que quiero terminar contigo!—¿Por qué? Ayer estábamos bien, anoche estuvimos juntos, habíamos acordado casarnos cuando regresáramos.Diciendo esto, Nicolás puso las manos en los hombros de Daniela.—Daniela, necesito una razón. Dime por qué quieres terminar conmigo. ¿Pasó algo? Me puedes decir...Daniela lo interrumpió:—¡Sí! ¡Sí pasó algo!—¿Qué?—¡No se puede encontrar la flor de loto de nieve, así que tu cara no se va a poder curar!Nicolás se tensó. El ambiente quedó en un silencio mortal. Después de unos segundos finalmente habló:—¿Terminas conmigo por eso?Daniela sonrió burlonamente.—Nicolás, en realidad tú lo sabes en tu corazón, ¿por qué sigues preguntando? ¿Es divertido preguntar algo que ya sabe
Leer más