Dos semanas han pasado tan rápido y nada ha evitado que Liah y Leandro cambien de idea, y no creo que lo hagan justo hoy. —Pareces que vas a hacer un hueco en el piso, de tanto caminar de un lado para el otro.—Le dice el abuelo a Leandro mientras se veía en el espejo. —Abuelo no te burles, es la primera vez que hago esto. —Puedes echarte para atrás, nadie te lo impide. —Le comenté y me mira con ganas de matarme.¾ Conociéndote, serías capaz de eso y más. —Voy a ignorar tu comentario. —¿Seguro quieres hacer esto?—Afirma. Ya lo decía yo. No es justo, ella debía ser mía, no de él. —La última vez en que se celebró una boda en esta hacienda fue cuando se casó Lois con Bailey. —Dice el abuelo arreglándole el corbatín —, y también… Fue una ceremonia muy linda. ¿Quién diría que mi nieto mayor estaría casándose aquí? —Ya vez como es el destino, abuelo. —Se abrazan y me siento un intruso en esta habitación. —Te pareces tanto a tu padre, espero que seas tan feliz como lo fui yo con tu abu

LeandroEsto no me gustaba. Si yo detestaba la impuntualidad, Liah la odiaba; por lo tanto, este retraso no era normal en ella; y lo confirmé cuando había pasado una hora y ella aún no había salido. ¿Dónde estaba?—Tranquilo, ya va a salir. —Dice Aarón —. Todas las novias se hacen esperar.—O, tal vez se arrepintió, — escuché decir a Kira —. Entró en razón y no quiere casarse con alguien que no ama, quizás Demetry la convenció.—Calla tu boca si no quieres que te corte la lengua.—La amenace.—Es la verdad. Hace un rato vi a Demetry ir hacia su habitación.No, ella no me puede hacer esto. Pero ella lo ama y no veo a ese idiota por ningún lado.—¿Dónde está tu mitad? —le pregunto a Guille.—Cálmate, no le hagas caso.— Aarón, trata de calmarme.—¿Por qué? Mi hermana es razonable y, si lo piensas bien, esta boda no es lo que ella quiere. La decoración está bonita, el vestido está simple, sin embargo, no es la boda de sus sueños.—Tú no conoces a tu hermana en lo absoluto. Y, es mejor admi

Leandro No voy a discutir con ella porque sé que está fuera de su área de confort, está nerviosa, hermosa, provocativa y su perfeccionismo la tiene cohibida. Algo le preocupa, pero esta noche quiero que confíe en mí. —Todos te veían hoy, no había nadie que te quitara la vista de encima. Sobre todo, el ingenuo del amigo de tu padre que creyó que podía ser tu dueño.—No me gustó su mirada, no me gusta ese tipo. —Liam, me dijo que me veía hermosa. Pero, él siempre lo dice desde que somos jóvenes: es el único, todos los demás me miran como si fuera un bicho. —No lo culpo. —Sigo acariciando su piel mientras logro que tome confianza —. Eres una rosa que florece y opaca a las demás, por eso te admiran y a las demás eso no les gusta. Te lo he dicho: eres una rareza exótica que no se deja ver y, cuando lo hace, es inevitable no admirar el esplendor y el brillo que irradias. ¿Por qué crees que dice que eres la mujer más hermosa y deseada del pueblo? Eres la intocable. —Eso no es cierto.—Me m

Leandro No puedo creer que esté casado con Liah Messer, mi rosa, mi rara, la niña que me hizo odiar y creer en el amor. ¡No lo puedo creer!Es tan exquisita, deliciosa, tierna y satisfactoria. Parece mentira estas últimas horas; lo que me hace recordar que debo mandar a recoger la alfombra de rosas que tengo en el departamento, hablar con los nuevos integrantes de trabajo y hacerle un rico desayuno a mi dama. Empezaré por lo último aprovechando que está dormida.Buen susto me dio cuando me desperté y no la encontré a mi lado. Por un momento pensé que se me había escapado, pero la encontré en la terraza con una de mis camisas de pijama; se veía tan sexy, una diosa, y me quedé con su promesa.«Jamás me voy a ir de tu lado a menos que me eches y no pienso volver; eso te lo prometo».Como si yo pudiera echarla, si lo único que he querido toda mi vida es tenerla a mi lado.Salgo de la habitación y miro el desastre que hemos hecho. No negaré que el vino puede volverse mi bebida favorita, p

Liah—Ella debió tener el mismo destino que los otros.— Tía.—¿Los otros? ¿Qué hiciste?—Tú me quieres quitar lo que es mío, como ella lo hizo, y ahora eso se metió.— ¿Por qué grita?—Cuida tus palabras. ¿Te estás escuchando? Estás mal. Lo que dices no tiene coherencia.—Yo tenía un plan, ella se metió y tú lo arruinaste todo.—Fuiste tú la que arruinó todo, lo querías todo y terminaste por llevarme a mí por el medio.—Tía, ¿está brava? —Tome su mano —. Parece que no está bien, ¿qué le pasa?—¡Cállate, niña! —Grita la señora. Mi tía me esconde detrás de ella, viéndome molesta.—Silencio, Liah —me ordena. Luego mira hacia la señora—. Regresa a tu casa, olvida lo que sucedió, esa obsesión tuya está mal.—Ella es un error, debe morir y va a morir, junto contigo.—Das un paso más y juro que no respondo.—Mi tía se ve enojada.—No me importa el orden, puedo matarte primero a ti y luego a ella.Se escuchó un ruido horrible. Ahora aparezco en una casa en llamas.—¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi