Él apoyó la cabeza en los brazos y, sonriendo, me miró.—Vamos, haz lo que quieras conmigo, "mándame".Decir eso era fácil.En mis sueños, "dominarlo" había sido una delicia.Pero ahora, tenerlo de verdad frente a mí... no sabía por dónde empezar.Ah... Aurora, qué inútil eres.Me maldije en silencio y levanté la mirada.Sus ojos seguían clavados en mí, y se notaba que la estaba pasando bien.—Te di la oportunidad, pero parece que no sabes aprovecharla —dijo, burlándose.—¿Quién dice eso? ¡Solo espera, vas a rogarme... vas a pedirme perdón! —contesté, furiosa.Él se rio a carcajadas.—Perfecto, estoy esperando.Sin embargo, su mirada seguía fija en esas finísimas tiras que yo llevaba puestas.Era tan intensa que me derretía.Con vergüenza, miré a otro lado y, tratando de seguir el recuerdo de mis sueños, empecé a desabotonarle la camisa, luego el cinturón.No se movió en ningún momento, solo me observaba, dejándome hacer.Así estaba bien, pensé, como si fuera un sueño.Sí, solo un sueñ
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