En cuanto dije esto, los tres me miraron sorprendidos.Alan era el más ansioso.Me respondió, hablando rápido:—Aurora, no puedes pensar así. Si tú te rindes y él también, ¿qué va a pasar con su relación y su matrimonio? ¿Y los niños? ¿Qué vamos a hacer con los niños?Le sonreí tranquila.—Si me separo de Mateo, no significa que no me ocupe de los niños. Si quieren estar con él, se quedan con él; si quieren estar conmigo, se quedan conmigo. No importa dónde estén, los dos podemos verlos, porque los dos amamos mucho a esos dos niños.—No puede ser, Aurora... —Alan se veía desesperado.—Si en serio se separan, Mateo no lo va a soportar. Te lo ruego, no pienses así. Él está confundido, pero no puedes caer en esa. No seas tan dura con él, no puedes dejarlo.Antes de hoy, si escuchaba esto de Alan, me habría llenado de ira, frustración y hasta me habría burlado.Pero ahora, al oírlo, solo sentí mucha calma.Valerie me miró y le dijo a Alan:—Ya basta. ¿No ves que Aurorita ya está sufriendo
Leer más