Su voz se hizo más débil, ella se tambaleó ligeramente sintiéndose mareada y dolor punzante en su sien se extendió por toda su cabeza y pronto sentía que se estaba quedando sin respiración.—Nana, despierta, por favor… Nana, escúchame.Sus rodillas se doblaron abruptamente cayendo a un lado de su Nana, pronto sus ojos se cerraron y en medio de la confusión pudo escuchar un rugido que la alertó. Enseguida estuvo dentro de los brazos protectores de su compañero siendo levantada.—Clara, abre los ojos. Por favor, abre los ojos compañera.Su súplica se intensificó sacándola de la habitación después de ordenar que sacaran a su Nana de la habitación pero la hembra ya no tenía signos vitales.El dolor del corazón de Román ante este hecho fue fatal.—Clara, ¿Amor? ¿Me escuchas? Por favor, mírame. Todo está bien, acabé con todos ellos. No tienes que tener miedo, siempre te protegeré. Siempre estaremos juntos, por favor, despierta —nadie pudo escuchar la desesperación en la voz del Alfa del Sur
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