Me eché a reír por nuestros problemas de comunicación. Luego me arrojé a sus brazos. Me sorprendió que en su estado me sostuviera sin caer. -Te amo, Liam. Yo, Iris Hope, te acepto como mi compañero. Nuestra manada es testigo. Él bajó su cuello enseguida, su sonrisa tonta de vuelta a su cara. Lo mordí cuidadosamente lento, pero con la suficiente fuerza para dejar mi marca. Enseguida nuestro vínculo se sintió completo. "Es preciosa, la más preciosa de las mujeres, tengo tanta suerte, la amo mucho, tiene un buen trasero... " Los pensamientos rápidos y difusos de Liam me llegaron a través del vínculo aunque dejé de morderlo. Volví a reír y le di unas palmaditas en el pecho. -Me alegro de que pienses así. Ahora, ¿Comenzamos la fiesta antes de que nuestra manada inunde el lugar? Los grandes, fuertes y poderosos machos a nuestro al rededor lloraban y le hacían competencia a Marissa. También empezó a circular el dinero. Creo que escuché algo sobre "¿Quién fue el primero en llorar?
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