64. LAS GARRAS DEL MONSTRUO
LAZIELSostuve el suave cuerpo de Lavinia entre mis brazos, intentando controlar mi propia magia para no causarle dolor.Me dije que iba a jugar lentamente, a seducirla y colarme bajo su piel; a mostrarle esa parte de mí que nadie conoce, pero no pude contenerme.Escuchar sus gemidos excitados, aspirar el aroma dulce de su coño, su suavidad, la cremosidad entre mis dedos, el sudor bajo mi boca…Lavinia de rodillas frente a mí, enloqueciéndome con su sumisión, con su deseo descarado y esa magia tímida que muero por devorar.Huele a sol y a luz, mi propia energía oscura se precipitó, mezclada con lujuria… casi no puedo controlarme y eso es lo que más temo.Mientras la sostenía contra mi pecho y abandonaba esta habitación que utilicé como cebo para atraerla, nos desaparecemos en medio de la bruma negra.Aún no puedo ir a mi mundo espectral y la mayoría de mis espectros quedaron atrapados ahí.Este sitio parece estéril de magia; sin embargo, no es tan así.Energía arcana poderosa del elem
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