60. LA MARCA DEL REY
LAVINIA
Todos los músculos estaban contraídos, mis manos sudaban y mi corazón latía errático en mi pecho.
Miraba al suelo, pero mis sentidos estaban pendientes al hombre inclinado detrás de mi cuerpo.
Sus manos frías rozaron las mías y sentí el vibrar de una corriente.
No sé, había algo que me resultaba conocido, pero ¿en qué sentido?
Intenté que mi poca magia circulara para explorar al Rey, pero un escudo de energía lo bloqueaba y ocultaba.
No podía pasar más allá.
—Mmnnn —me estremecí cuando su respiración sopló dentro de mi sexo.
Me estaba oliendo como un lobo y eso me hacía sentir avergonzada.
Deseaba imaginarme el rostro grotesco de un anciano libidinoso para que me diera más asco, pero mi mente no estaba funcionando como yo quería.
—Sshh —algo mojado y suave lamió desde mi clítoris hasta la entrada de mi estrecha vagina.
Lo hizo varias veces, siseando y salivando.
Mi trasero tenso, mis hombros temblaban, luchaba por levantarme, pero algo me presionaba.
Era como si una