POV de DIEGOEl día del juicio llegó como una tormenta que venía avisando su llegada desde hacía semanas. Y aun así, no estaba preparado. No completamente.Me miré en el espejo aquella mañana. Traje oscuro, corbata ajustada, cabello impecable. Por fuera, parecía un empresario firme y seguro de sí mismo. Pero por dentro… por dentro, era un hombre temblando de miedo. No por mí. Sino por ella.Adriana dormía aún, enredada entre las sábanas. Había dormido mejor esa noche, quizás por agotamiento o por la falsa calma que intenté construir en la casa. Pero yo no pegué un ojo. Me quedé viéndola durante horas, grabándome en la mente la forma en que su pecho subía y bajaba con suavidad, como si nada pudiera alcanzarla.Mentira.Todo estaba por alcanzarla.No podía permitirlo.**—¿Estás listo? —preguntó Martín cuando llegamos al juzgado.—No —respondí, con una media sonrisa—. Pero lo voy a estar.Adriana caminaba junto a mí, de la mano. Llevaba un vestido sobrio, el cabello suelto, los labios a
Ler mais