El claro del campamento abandonado se convirtió en un campo de tensión en un instante. Darian, flanqueado por cuatro lobos de Brisa Clara, avanzó con una calma inquietante, su sonrisa afilada como un cuchillo que cortaba el aire matutino. Los exploradores de Claro de Luna, liderados por Marek, se agruparon alrededor de Ryan, Tiberius, Lyanna y Kael, sus manos apretando dagas y garrotes improvisados. El pergamino con el sello de Brisa Clara, aún en manos de Kael, parecía arder con la promesa de un conflicto inevitable.Ryan sintió el rugido de su lobo interior, listo para saltar, pero se obligó a mantener la calma. Sabía que un enfrentamiento directo con Darian podía escalar las tensiones entre las manadas, acercándolos al futuro de guerra que tanto quería evitar. Pero la mirada de Darian, cargada de una astucia que lo hacía parecer más peligroso de lo que sus palabras sugerían, no le dejaba muchas opciones.“No queremos problemas,” dijo Ryan, dando un paso adelante y alzando una mano
Leer más