Fumiko Ibars -Esto tiene que ser una broma -me quejé por sexta vez, con fastidio, sin mirar a Garret. Mis manos recorrieron mi rostro, tratando de aliviar la presión en mi mente, que no paraba de girar como un torbellino. Las palabras de Garret resonaban en mis oídos, y no podía dejar de repetirlas, como si hubiera algún significado oculto detrás de ellas, algo que todavía no entendía, pero que me incomodaba profundamente. -Lo siento, fue mi culpa... Me distraje y ellos aprovecharon eso para salir... -se disculpó Garret nuevamente, y al escuchar su voz, sentí que un nudo se formaba en mi estómago. Levanté la vista hacia él, pero no pude mirarlo a los ojos. Sabía que su culpa no era real, que en realidad, si alguien tenía la culpa, era yo. Me sentía como una idiota, una estúpida que no sabía cómo manejar la situación. Y más aún, me sentía como si estuviera rompiendo algo precioso, algo que, hasta ahora, había sido perfecto. Lo miré, y por segunda vez en mucho tiempo, sentí el peso d
Leer más