79.
Antes de que pudieran recibir respuesta alguna, notaron cómo las criaturas comenzaban a reunirse nuevamente, esta vez trayendo consigo prisioneros.
—Todos fueron capturados —dijo el lobo mayor, líder de la manada—, tal como pidió mi señor.
—Por favor, no vinimos a hacer daño —intervino Matías, intentando calmar la situación.
El dragón observó detenidamente a los humanos antes de volver su atención al resto de las criaturas.
—Fenrir, es momento de traerla de vuelta.
El gran lobo se acercó al cuerpo inerte de Mariel. Los humanos presentes lo miraban atónitos, sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo.
—¿"De vuelta"? ¿Qué van a hacer? —gritó Karim, dirigiéndose al dragón.
—Ella está en el limbo. Su cuerpo se rindió, pero el pacto que hizo ante los dioses impide que pueda morir —respondió el dragón con solemnidad.
—¿Entonces no está muerta? —El alivio recorrió los rostros de todos los presentes, aunque aún no entendían lo que significaba.
Karim intentó liberarse del agarre del gólem