Viernes, 15 de Agosto.

Querido Diario.

Llegué a la Universidad pasadas las doce del día. Me recibió una de las chicas del comité de bienvenida.

— Annie ¿No?

— Esa soy yo. Mucho gusto.— Le tiendo mi mano. Ella la toma y me sonríe.

— Me llamo Wesley. Mucho gusto. Sígueme por favor.

Wesley me guía hasta mi residencia. Pasamos por el campus. Es enorme este lugar. Blind Hills es una de las universidades más prestigiosas de los últimos diez años. Está alejada en una zona montañosa. La universidad es como una pequeña ciudad detrás de un muro y verjas que no permiten el paso de nadie que no pertenezca al lugar.

— Blind Hills cuenta con diferentes lugares para la recreación y el disfrute. Tenemos suerte. Esta universidad es un establecimiento no gubernamental que brinda servicios de alta calidad. Gracias a la buena voluntad de varias mentes brillantes y de buena posición de este país hoy no solo pueden acceder a la educación aquellos que pueden costearse la universidad. Blind Hills puede decir orgullosamente que posee el mejor programa de becados de todo Estados Unidos.

Sonrío orgullosa. Es verdad, Blind Hills brinda a jóvenes estudiar una carrera que no tienen ningún tipo de oportunidad.

— Tenemos un cine, un hospital pequeño,un parque de diversiones,varios parque, tiendas, distintas cafeterías y restaurantes. Luego están los edificios de los estudiantes y el campus. Por último pero no menos importante las casas de las fraternidades. Puedes probar suerte, pero te advierto. Muchas fraternidades te piden cuotas y dinero.

He escuchado de las fraternidades. Fiestas desenfrenadas, alcohol, sexo y perdición. No, yo he venido con un objetivo y nada me desviará de él. Yo soy una de esas personas que en otras circunstancias no hubiera tenido suerte de estudiar una carrera universitaria. Soy huérfana, el gobierno me apoya pero no lo suficiente como para pagar una carrera, así que entré a Blind Hills optando por el programa de becados.

— Ya llegamos.— Dice entrando a uno de los edificios de estudiantes. Es muy limpio. Hay diferentes estudiantes en el lobby sentados estudiando.— En el loddy también hay gimnasio, por si lo quieres usar.

— De acuerdo, pero honestamente,no soy de hacer mucho ejercicio.

— Bueno. Cómo quieras— Mira un papel en su mano— Es esta— Señala una puerta. La abre. Es una pequeña habitación con dos camas, dos escritorios en cada lado de las camas, dos roperos y un pequeño baño. Hay también un pequeño balcón con vista a un parque.— Creo que tu compañera no ha llegado.

— No importa. Me las apañaré sola hasta que llegue.

— Bueno. Bienvenida oficialmente a Blind Hills.

— Gracias— Digo mientras cierro la puerta tras de ella.

Bien. Por fin sola. Saco mi móvil y la llamo.

— Zorra. Creí que no llegarías nunca.

—¿Qué quieres? Este lugar no es muy... céntrico que digamos.

— No importa¿Dónde estás?

— En mi habitación. Quinto...

— Ya sé. Rastree esta llamada.

Pongo los ojos en blanco. Odio que saque sus... mañas conmigo. Luego de colgar comienzo a organizar todo. No sé quién será mi compañera de habitación ni sus características, así que debo ser lo más discreta posible. Tocan la puerta. 

— Pasa.

Ella abre la puerta. Me volteo. Ahí está mi mejor amiga. Sonrío. Ella luce muy bien con su suéter y su tejano. Su cabello largo y completamente lacio cae como una cascada destacando sus rasgos asiáticos tan...sexys. Se acerca a mí. Nos quedamos un instante mirándonos detenidamente. Luego sonreímos y me abraza con todas sus fuerzas.

— Te extrañé zorra.

Sonrío con mis ojos cerrados sin dejar de abrazarla.

— Yo igual.— Me separo de ella y me siento en mi cama. Ella saca una caja de cigarros y me entrega uno. Lo prendo.

— Ten cuidado. Si te descubren fumando estarás en problemas.

—Tranquila... Eso no pasará.¿Dónde está Roxanne?

— Debe estar por llegar. Ella está en la fraternidad KppaK.— Mira la pantalla de su móvil, toma una calada de su cigarro.— Ya está aquí.

Abren la puerta de la habitación. Roxanne, mi amiga hace su entrada triunfal con su ropa cara de diseño y el pullover con el emblema de su fraternidad. Sus ojos verdes resaltan de su piel morena y su cabello negro.

—¡Holaaa!— Entra corriendo y me abraza con todas sus fuerzas.—¿No pensabas llegar?

— Hubo un problema con mis papeles de admisión..—Ellas me miran con cara de preocupación. Fumo y sonrío.

— Tranquilas, todo ya está bien.

— Bien. Si no hay problema podemos dar por terminado el plan A.—Dice Elisa. Termina de fumar y se levanta de la cama. Busca su laptop en su bolso y lo pone sobre el escritorio. Miro a Roxanne.

—¿Pudiste entrar?

Asienta en silencio. 

— Me llevo bastante bien con la hermana mayor. Solo necesito algo más de tiempo para poder entrarlas a las dos. Debes cambiar un poco tu aspecto Annie. Así no te dejarán entrar.

— Sip,eso ya lo sé.¿Cuándo crees que podamos entrar Elisa y yo?

—Este fin de semana harán una fiesta. Creo que ahí puedo presentarlas a la hermana como unas debutantes potenciales. Deben dar una buena primera impresión.

—En eso no hay problema. Ahora necesito descansar.

—Está bien. Pero nadie puede vernos juntas. Se supone que no nos conocemos.

— De acuerdo. Ahora larguense. Necesito dormir y mi compañera debe estar por llegar.

Roxi alza sus manos con los ojos abiertos.

— Oye. Ya nos vamos. No hace falta que nos botes.

Sonrío. Las despido en la puerta y cierro. Termino de organizar todo y caigo rendida en mi cama. 

Él me mira sonríendo debajo de las sábanas blancas. Todo es blanco. Él está feliz y yo igual. Toco su rostro, su blanca piel. Se acerca a mí, siento su aliento, siento el beso que está a punto de darme. Cierro los ojos para recibir mejor su beso. Nada. Abro los ojos. Él no está. Me desespero. Lo quiero ver.—¿Ray? —  Lo llamo pero nada. Él no está—¡Ray! Me desespero mucho más y comienzo a llorar. Lo busco por todos lados.

—¡Ray!— Me incorporo en la cama. Estoy toda sudada. Miro hacia el balcón. Ya es de noche. Miro la habitación. Está toda oscura. Mi compañera aún no ha llegado. Me vuelvo a acostar boca arriba en la cama.  Miro el techo y trato de que mi respiración vuelva a ser...normal. Toco mis mejillas.

M****a... Están húmedas.

No Annie. Debes ser fuerte. No puedes ahora rajarte como una estúpida cobarde. No. Tienes un objetivo y debes cumplirlo. Cierro mis ojos una vez más.

La puerta de la habitación se abre. Escucho risas y besos.

—¿Crees que ya llegó tu compañera? 

Es la voz de un hombre profunda y ronca de seguro por la excitación. No me importa. No tengo fuerzas para abrir mis ojos una vez más.

—¿Y? Que se vaya acostumbrado si quiere vivir en paz conmigo. Además, debe estar durmiendo.

No te preocupes cariño. Estaré muy poco tiempo aquí. Siento como unas ropas caer al suelo y besos. Caen en la cama. Más besos. Luego...gemidos de zorra loca que me están dando la mejor follada del siglo XXI. Trato de no moverme muy brusco. Sería muy incómodo que ellos descubran que estoy despierta. Luego de que la cama por poco se rompe. Por fin se calman y finalmente yo puedo dormir de verdad.

Me vuelvo a despertar. Aún no ha amanecido. Tengo muchas ganas de ir al baño. Me levanto de la cama con dificultad. Tropiezo con algo en la oscuridad,creo que el borde de mi cama— ¡Joder!— Maldigo por lo bajo y sigo caminando. No puedo ni tan siquiera abrir los ojos. Llego al baño, por suerte las luces estaban encendidas. Me siento y hago pis. Miro un punto fijo hacia el frente. Siento las cortinas abrirse. Me giro un poco aún somnolienta. Abro un poco los ojos.

Choco con los ojos verdes de él.

Piel blanca, cabello oscuro, cuerpo delgado pero definido. Así,con bastantes cuadritos para lavar ropa y...¡Joder! Me obligué a mirar una vez más sus ojos verdes. Él no dice nada. Solo se queda en shock al igual que yo.

Ahora. Voy a hacer una pregunta.

¿Has estado alguna vez en una situación cualquiera? En una situación, momento,lugar... que no te puedes explicar. Pero en el fondo sabes que es decisivo. Un momento de tu vida que sabes que después de él nada será igual.

Bien.

Este es mi momento. No me preguntes cómo lo supe...

Solo sentí en todo mi ser. En cada átomo de mi cuerpo que mi vida no sería nunca más igual luego de haber visto esos ojos verdes detenidamente.