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                                    ♥ Hola, queremos que disfruten este capítulo

                                      ★Recuerden, novela no apta para cardíacos

                                           

                                                     ˜” *°• Narra Sabrina •°*”˜

Vivo en un pueblo lejos de la ciudad; es un sitio pequeño, del que me gustaría irme. Aquí como que los vecinos no tienen nada mejor que hacer que meterse en la vida de los demás, les encanta estar pendientes de cada cosa que otro hace, no sé si eso es en todo el mundo, pero en el lugar donde vivo es así y peor. Aquí se dan cuenta en un dos por tres si te tiras una petulancia o de que si tu marido te la ha pegado, hasta si una adolescente pasa hacer señorita, es terrible.

Bien lo dice aquel refrán: "pueblo chico infierno grande”.

Mi vida no es sencilla y se debe a mi aspecto. No sufro de problemas psicológicos, nada está en mi mente. Sufro de humillaciones debido a que soy de piel muy blanca y ojos azules. Me pregunto que tiene que ver que sea de piel blanca y de ojos azules, cualquier persona puede que sea igual que mi persona, lamentablemente en este pueblo no hay una persona que sea buena y menos se parezca a mi persona.

No sé decirles de quién lo heredé aunque asumo que de mi padre, porque la familia de mamá es toda de piel más oscura, pero el detalle es que nadie quiere creerme, para ellos es bueno criticar y criticar, la envidia abunda en este pueblo. Bueno podría decirse que resalto mucho entre todos en el pueblo y eso es lo malo porque se dice que opaco a las demás chicas del pueblo, claro que he intentado decirles que no quiero ser más que ella y menos quiero imitarlas, no sé por qué tanta competencia.

Pero verme de la forma en que lo hago, generó que durante mi infancia las otras niñas no me quisieran de amiga, sí, acabé mis estudios secundarios a pesar de lo que sufrí. Se puede decir que era la chica nerd, esa niña que contestaba todo lo que la maestra preguntaba, y ese mi pecado, para muchas sobresaltaba, jamás fue mi intención.

Me acostumbré a ver a mi tía como si fuese mi propia madre, se lo agradezco porque recoger una niña… eso no lo hace cualquiera. Mamá—aunque no sé si merece el título—me abandonó cuando solo tenía tres años.

Me pregunto todos los días de mi vida, ¿qué culpa tiene una bebé? Porque hay personas que se ponen a traer bebés al mundo si no lo van a querer después, todo eso es inédito. Son seres humanos que no deben estar en este mundo.

Ella se escudó en que como me tuvo siendo tan solo una niña de quince años había sido difícil, pero sin embargo al llegar a la mayoría de edad corrió hacia el primer hombre gringo que la mirara bonito. De mi madre solo obtuve odio, rencor, desprecio y rechazo. No sé que pecado estaré cometiendo en esta tierra, ya que mi propia madre me ha despreciado, me ha dejado sin antes darme la oportunidad de estar con ella. No... Me duele recordar lo que ella me ha hecho.

 Mi tía dice que la perdone, ¿pero cómo puedo perdonar a alguien que nunca me quiso? Y muchas veces me pregunto qué pude haber hecho, qué le causé para que por mí sintiera amargura, odio y rencor. Y por eso no puedo pensar en perdonar, no puedo perdonar algo que jamás podre olvidar, me siento tan lastimada que lo último que puedo pensar es perdonar a una persona que solo me ha demostrado mal amor y desprecio.

Es que no comprendo, ella pudo abortarme, así que en algún punto de su vida tuvo que quererme, aunque fuese un poco y sin embargo, no creo que pueda perdonarle lo que me hizo.

Porque no es como si mi tía fuese millonaria y que mi madre me abandonó para que viviese mejor.

Y cuando niña, crecí sintiendo que era mala, que había algo mal en mí—y debía haberlo, pues mi madre me había abandonado.

He sido señalada, insultada y llamada bastarda. Pero nunca dejé que mi tía supiera o no sobre todo al menos, porque ella hacía lo mejor que podía y haberme quejado hubiese sido algo rastrero de mi parte.

Cuando muy niña, le dejaba cartas a Santa Claus; los reyes magos, los santos y a mi Dios todopoderoso; quería que me regalaran unos padres que me quisieran, que me llevaran a clase, que me llevaran de paseo, que me contaran un cuento antes de dormir y que me dieran unos buenos días o unas buenas noches.

¿Por qué no tuve la suerte de todo niño?

Pero conforme pasó el tiempo entendí que así no son las cosas y que yo debía entender que el dolor del abandono lo tenía que dejar atrás y seguir con mi vida, y jurar que jamás abandonaría a mis propios hijos y que los querría como se supone, una madre ama a sus propios hijos.

No sé cuáles fueron los motivos de mi padre para nunca hacer acto de presencia, porque de acuerdo con mi tía mi madre dijo muchas cosas feas de él. Lo que resultaba irónico viniendo de alguien que me abandonó sin siquiera mirar atrás.

A veces se me vienen una que otra idea de que mi padre alejo de nosotras por la actitud de ella. Siento que ella hizo algo malo, puede que me esuche como una chica machista, pero es que mi madre deja mucho que desear.

Mi madre iba tras el dinero de los hombres, eso lo tenía claro. Pero hay una frase muy conocida que dice: Cada oveja con su pareja.

Una persona pobre, debía estar con alguien de su mismo estatus social porque si no siempre atraería las miradas. Lo lógico es que se piense que la persona pobre buscó a la millonaria por interés.

Hay muchas formas en las que los millonarios criticarían a una pobre. Sé que todas las personas somos iguales en el sentido de que somos seres humanos, pero la diferencia es el círculo social, uno que nace en cuna de oro y otros no, así se divide nuestra sociedad. A veces el mundo puede ser tan cruel con la vida, pero lo que uno puede hacer es acoplarse y vivir con la vida que Dios te ha dado, aprovechar del aliento de vida, aunque pienses que no deseas estar en este mundo horrible.

Y agradezco el tener a mi tía, ella me ha dado todo. También tengo novio, llevamos juntos tres años y no me arrepiento de los momentos únicos que he pasado con él.

¿Cómo en este pueblo encontré novio? No es tan difícil de explicar. Un día mientras iba a caminar, llego uno de los residentes más misteriosos, ese que me miraba de lejos y se me acercó.

—Hola hermosa.

—Hola.

—Quisiera saber si quieres trabajo.

—¿Trabajo de qué?

—Anfitriona para fiestas de hombres ricos.

—No creo, lo mío en definitiva no es el trabajo así. Además mi tía no me deja salir de aquí.

—Una pena cariño. Nos vemos luego.

Ese hombre misterioso apareció—desde entonces—cada vez que lo necesitaba. Si alguien me seguía el me defendía, me invitó a ir a su casa cuando en una de las ocasiones me golpearon fuerte y me dijo que era para evitarle un susto a mi tía.

Esa noche fue mi primera noche en la casa de un hombre y la primera vez que toqué a un hombre de forma intima y la primera vez que alguien me tocó ahí abajo.

Todo empezó unas horas antes, había salido a comprar a la tienda y uno de los mismos borrachos de siempre se me vino encima, ansioso de obtener algo de dinero. No sé porque cuando lo que encontró fue casi nada, me golpeo el rostro.

Cuando creí que me seguiría golpeando, la camioneta de mi salvador—por cierto, no les he dicho que su nombre es Jorge—se detiene y bajan dos guardaespaldas que lo alejan mientras Jorge me toma en brazos.

—Vamos a mi casa.

—Debo ir a la mía.

—Tu tía está fuera hasta tarde, eso me dijiste sobre los días lunes.

—Si.

—Te llevaré de regreso antes de que ella vuelva, porque tienes muy lastimado el pómulo.

Jorge me sienta sobre su regazo y comienza a acariciarme la espalda, al inicio, cuando me retuerzo porque me ha hecho cosquillas, él lo ha tomado como que sus caricias me encendían. Sus manos, me daban caricias más lentas, desde mi espalda hacia mis nalgas y empecé a sentir que me latía la zona vaginal. Y cuando lo oí gemir, enterrando su rostro entre mis cabellos, alguna bestia oscura que habitaba dentro de mí, tomó el control.

Me senté a horcajadas sobre él y empecé a contonearme, sus manos grandes y fuertes me agarraban las caderas y me movían, generando que me frotara contra su miembro.

De pronto recordé dónde estaba y miré que el vidrio frontal que nos separaba del frente del vehículo había sido corrido y que estábamos a solas.

—Sabrina, te necesito.

—Nunca lo he hecho.

Mi cuerpo lo desea, pero hay una parte de mi que tiene miedo, una de las cosas es porque no soy experta y otra es que soy virgen. Ya debo de dejar de ser tan mojigata y dejar que mi cuerpo se deje llevar por el deseo.

—Me gustas, iremos a casa y quiero que dejes las cosas fluir.

Y sí, era mi primera exposición a sensaciones de ese tipo y mi ropa interior, mostraba la humedad inocente que me hacía querer más.

Tras acomodarme la ropa entramos a su casa, ya a la luz de la habitación, vi que aun seguía excitado lo que me sorprendió.

—Siéntate a mi lado.

Me siento y su mano toma la mía y la coloca ahí sobre su abultado miembro. No se quita la ropa, solo me pide que le acaricie y pronto descubro cuan susceptible es a mi toque. Su cabeza va atrás y gime.

Me toma de los hombros y me recuesta en la cama, lo veo desvestirse y me asusto.

—Tranquila, no te quitarás la ropa. Me acostare sobre ti y me frotaré. Necesito eso Sabrina, mi amor.

Su voz, su porte su todo, ese hombre era hermoso y mirándolo a los ojos, sintiéndome poderosa, abro mis piernas invitándolo a que toque mi cuerpo. Acerca su cara, ahí sobre mi ropa pasa su nariz por mi zona íntima y eso envía golpes de calor a mi cuerpo.

Siendo honesto en su declaración, él se ha acostado entre mis piernas y se mueve con la misma cadencia que usa alguien que esta penetrando a su pareja y aunque es de esa forma, me encuentro moviéndome y restregándome.

Un orgasmo me golpea fuerte y gimo, lo veo alejarse y meterse al baño, por sus gemidos sé que está terminando de estimularse.

Luego de aquella noche, no nos vimos mucho. Mi tía, ella miró mi cuerpo y parecía como si pudiese adivinar que me restregaba con mi amigo cada que tenía oportunidad y Jorge, este decía que le gustaba, que era una de las experiencias eróticas más intensas que hubiese tenido en su vida y lo agradecía. No quería ir mas allá, porque aunque nos separaba mi ropa, sentía que era un muro de seguridad.

                      ༒ 🅽🅾🆃🅰 🅳🅴 🅻🅰🆂 🅰🆄🆃🅾🆁🅰🆂

Muchísimas gracias por leernos. Queremos recordarles que es una novela de ficción. En ningún momento nos basamos en nadie conocido y tampoco queremos que imiten las conductas de Sabrina y de muchos que la rodean.

Esperamos que disfruten la lectura recordando que es ficción y que no es bueno que nos lastimemos físicamente.

Un abrazo grande y déjennos saber desde dónde nos leen.

Con Amor  

𝙼𝚊𝚛𝚢 𝙼𝚎𝚗𝚎𝚜𝚎𝚜 & 𝙲𝚊𝚜𝚜𝚊𝚗𝚍𝚛𝚊 𝙷𝚊𝚛𝚝

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