Jacob llegó a casa hora y media hora después. Había estado trabajando arduamente y había descuidado a su bien más preciado.
Su hogar.
Había fallado a las personas más importantes y no había excusa.
La casa estaba a oscuras y una nota de Dylan le hizo salir corriendo.
Traté de llamarte durante más de cuarenta minutos, vamos al hospital que nuestra mujer está herida.
Agarró su celular y maldijo, la bateria estaba muerta así que condujo a prisa rezando porque nada malo hubiese pasado.
Al llegar vio a Dylan caminando de un lado al otro.
—¿Qué pasó?
—¿Y tú puto teléfono?
—Sin bateria.
—Jacob te amo pero de verdad actúas como un asno.
—Lo siento…
—Subes a tu auto, prendes el teléfono, lo ves sin batería,lo conectas. Muy sencillo creo yo.<