El regalo de cumpleaños de Bela

Estaba feliz hoy era su cumpleaños número once, ya faltaban  menos años para su primera transformación y para ir a la universidad, era muy buena dándose ánimos…había planeado su día, cantarse cumpleaños si su familia no lo hacía, tendría que averiguar primero, pero por si acaso guardo dinero en su bolso para comprar su pastel le gustaba ser precavida, ya le había pasado en los últimos años que el día que se celebraba su cumpleaños pasaba en blanco como un día cualquiera ,mientras que a su hermana bueno con ella botaban la casa por la ventana, hacían una gran fiesta invitando los alfas de las otras manadas y muchas otras personas, ella había estado presente en poca ocasiones no la presentaban porque según era una niña, aunque sospechaba que había  otra la razón, era mejor no pensar mucho en ese asunto total nada iba a cambiar.

Buenos días familia—saludo de forma alegre a su familia que estaba sentada desayunando en el comedor de la casa.

¡¡Cállate!! deja de interrumpir vete a desayunar  a la cocina que estamos hablando cosas importantes que no deberías estar escuchando —fueron las palabras de padre, quien al decirlas más bien parecía que gruñía.

No dijo nada solo se limito en seguir su camino a la cocina  debía desayunar para ir a la escuela, le sirvieron el desayuno y lo agradeció con un simple gracias sin levantar la mirada, ya tenía miedo de que le siguieran echando sal a su día, por ese motivo prefirió prevenir, igual el personal que trabaja en su casa tenía prohibido socializar con ella, el trato se limitaba a lo necesario, se comió todo no quito su mirada de su plato hasta que termino los alimentos, se retiro sin despedirse total de quien se iba a despedir ni loca iba a volver al comedor  a intentar decirle un hasta luego, hasta más tarde o un chao  a sus padre noooo esa era fijo un regaño ,llego a la escuela y sus compañeros  la felicitaron, sabía que muchos de ellos  no lo hacían de manera sincera porque se les notaba la envidia, todos pensaban  que la tenían consentida, si supieran pensó ella, siempre prefirió no hablar en la escuela de su familia  no tenía nada que contar bueno si que la ignoraban olímpicamente, ninguna de sus compañeros  sabia que el que le daba dinero era Motka, que en la noche bajaba y agarraba frutas y las escondía en su bolso para poder llevar alguna merienda para la escuela, la orden era que le dieran desayuno ,almuerzo y la cena no más, si la veían merodeando la cocina se metía en problemas por eso prefería callar y seguir bajo perfil, Motka estaba al tanto de lo que ella vivía así que en su casa tenia la nevera llena para cuando fuera comiera lo que quisiera y le dejaba dinero en la habitación que tenía en su casa, no era tonta ese dinero lo ahorraba, se iba para la casa de él después de clases ya que en casa de sus padres no le guardarían su comida salía ya pasada la hora del almuerzo, así que se iba a comer a casa de su salvador, eso era él en su vida.

Salió de clases y fue a comprar el pastel, obvio que iba a tener su cumpleaños feliz ,ella haría su propia celebración no importaba que tuviera que regalarse el pastel, sonaba y  se veía patético peor cantarse ella misma su cumpleaños feliz, pero haría su fiesta junto a la señora Jelena la ama de llaves y  Motka que se había convertido en todo para ella ,solo ellos tres pero era suficiente ,no le pedía mucho a la vida, agradecía lo poco y casi inexistentes cosas que tenia, él se ocupaba de comprarle sus cosas de velar por su bienestar, era suficiente, sabía que todo efímero en cualquier momento todo se acabaría cuando consiguiera su compañera.

Con el pastel en sus manos llego a la casa  de Motka abrió la puerta de la casa con sus llaves, le pareció raro no ver a la señora Jelena, siguió y no había ni un alma ,fue hasta el comedor y dejo el pastel, siguió a la oficina queMot tenía en su casa y nada, decidió ir a cambiarse para  nadar un rato al subir las escaleras para llegar  hasta la que era su habitación escucho unos gemidos,  se acerco lo más  silenciosa que pudo hasta donde provenían esos sonidos, se detuvo en seco al frente de la puerta de la habitación de él, no lo podía creer ya había encontrado a su otra compañera, y no le había contado nada,  eso significaba solo una cosa que todo iba a cambiar, dudaba que  quisiera cuidarla ya había perdido a su primera compañera no podía perder la otra, sumado a todas las responsabilidades que tenia por su cargo menos tendría tiempo para estar pendiente de ella, salió lo más rápido que pudo de esa casa olvidando  su pastel de cumpleaños, vaya que había tenido una muy interesante  sorpresa y  tremendo regalo de cumpleaños número once  pensó de manera irónica, no tenía tiempo de llorar por imaginarse  lo que se le venía, tenia era que resolver ,decidió que eso debía hacer.

Si él conseguido su segunda compañera no quería que tuviera problemas por ella ,y menos quería que le hicieran más desplantes bastaba con los que le hacia su familia, nooooo entre más bajo perfil  pasara mejor sería por su bienestar emocional, debía resolver algo importante su almuerzo donde comería si en su casa no le guardaban los alimentos mientras llegaba de clases, la regañarían y le dirían que la hora es a las doce del mediodía aja si como no ,en la escuela no le permitirían salir más temprano para llegar a tiempo a la hora de la comida ,las estúpidas reglas que le imponían sus padres ,y a la casa de Motka ya no lo veía viable no sabía cómo lo tomaría su nueva pareja ver que ella llegaba  a saquear su refrigerador todos los días o si él le permitiría seguir yendo a comer a su casa ,era muy educado no se lo diría sabia eso de sobra, debía pensar y resolver.

***

Entre una cosa y otra Motka termino pasando un rato agradable con una de las guerreras de la manada, trabajar juntos los había acercado, esa tarde la llevo  a su casa, le había pedido a la sra. Jelena   que comprara todo lo que hiciera falta para celebrar el cumpleaños de Bela,todo se había complicado porque ella había estado enferma y no había podido hacerle el pastel ni sus postres favoritos, así que ante el gran problema de que no había un pastel le pidió que lo compra que luego compensarían a Bela por eso, pero de que iban a cantarle cumpleaños lo iban hacer, lo que no se imaginaba era que las cosas con  guerrera  Milena se le iba a salir de las manos y la tensión sexual pasar factura, es que él era hombre y tenía sus necesidades y más conteniéndose por mucho tiempo de estar con una mujer, los encantos de ella no le fueron indiferentes y todo fue reciproco ,así terminaron sin ropa en su habitación pasando un largo rato de mucho placer, hasta el punto de olvidarse de todo lo que le preocupaba y de su pequeña, al salir de la habitación con ella  vio la hora dándose cuenta que ya la sra. Jelena debía estar en la casa con lo que le había pedido y acompañando a Bela en la piscina, bajo lo más rápido que pudo las escaleras ignorando las palabras de su acompañante, fue hasta la piscina y no la vio le pareció raro, ella era un pez en vez de una loba  siendo un problema sacarla del agua ese era su entretenimiento favorito, entro  a la casa a toda prisa revisando cada parte de ella   pero no la encontró, cuando iba camino a su oficina vio algo sobre la mesa del comedor al acercarse pudo ver que era un pastel, corrió hasta la oficina con la idea de encontrarlas juntas  pero nada al borde del desespero fue lo más rápido que su cuerpo le permitió  hasta la habitación de ella con la esperanza de encontrarla ahí pero no había nadie, busco a su ama de llaves y no estaba.

Se relajo un poco podría haber sido que la Sra Jelena trajera el pastel y se fuera, pero todo se vino abajo cuando al poco rato llego ella cargada de bolsas y el gran pastel en sus manos, ahí si su tranquilidad se esfumo en cuestión de segundos, no podía creerlo quien había dejado el pastel en la mesa del comedor era su pequeña, salió de la casa lo más rápido que pudo ignorando las voces de su ama de llaves y de Milena, lo que importaba era encontrar a la chiquilla tenía todo organizado y debía haber salido bien, pero todo resulto un desastre, llego a la casa del alfa y no la encontró ninguna de las personas a las que les preguntaba por ella sabia donde estaba, fue hasta el rio pero fue igual no estaba, no supo a donde más ir porque ella no tenia amistades con gran pesar regreso a su casa.

¿La encontró?—fue lo primero que pregunto  la Sra Jelena el ama de llaves, ya que se hacia una idea de lo que había ocurrido.

No, nada no sé donde debe estar, estoy preocupado---lo dijo con voz triste, un rato de placer que le había costado caro---quiero verla celebrar su cumpleaños—quería compartir con ella, ya tenía en su poder el regalo que le iba a dar unos zarcillos con pequeños diamantes, todo pensado en ella.

Se fijo en el gesto que le hacía con la cabeza el ama de llaves de que viera a un lado, y vio a Milena se había olvidado de ella, y por su postura corporal y su rostro sabía que estaba molesta por lo sucedido, el haberla ignorado después de haber tenido sexo, porque eso era solo sexo casual  aunque se estaba dando cuenta de que quizás ella esperaba algo más y él no podía dárselo.

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