Un Alfa para Navidad
Brienna Clarks lleva tres meses trabajando para Lucan Cavendish, uno de los alfas más respetados —y temidos— del país. Para todos, ella es una asesora eficiente, fría, profesional. Para él, una pieza clave en su agenda. Para sí misma… un problema. Porque Brienna es una omega oculta, dependiendo de supresores para esconder lo que es, y Lucan es el único alfa que su cuerpo nunca logró ignorar.
Cuando él interrumpe sus vacaciones para ordenarle que vuele de inmediato a su mansión en North Ridge, Brienna piensa que se trata de una crisis de empresa. En cambio, descubre algo que la quiebra desde dentro: Lucan va a casarse con la heredera de otra familia alfa, y necesita su ayuda para preparar el anuncio oficial.
Una tormenta de invierno se cierne sobre las montañas. Los vuelos comienzan a cancelarse. Y Brienna empieza a sentir los síntomas de un celo adelantado, justo cuando más necesita mantener las distancias.
Lucan no sabe nada. No sospecha que su presencia acelera lo que ella ha evitado toda su vida. Tampoco entiende por qué el aroma de su asistente —tan tenue antes— empieza a cambiar. Solo sabe que algo en Brienna lo inquieta y lo atrae de una manera que no debería, justo cuando está a punto de unir su vida con otra mujer.
Quedan atrapados por la nieve.
Ella intenta aferrarse al control.
Él empieza a notarla más de la cuenta.
Y cuando el instinto empiece a romper lo que ella lleva años conteniendo… ninguno podrá fingir que todo sigue igual.
“¿Por qué tiembla, Clarks?”
“Estoy cansada, señor.”
“No. No es eso.”
Él intenta ignorarlo.
Ella intenta controlarse.
Ninguno lo logra.
“No me mires así.”
“No estoy mirándola de ninguna forma.”
“Clarks… si se acerca un poco más, no voy a poder comportarme.”