capitulo 36
Al ver a Máximo parado en la puerta con cara de preocupación, mi rabia desaparece y me tiro encima de él a llorar... Dios, este embarazo me tiene sensible.

—Lía, dime quién te hizo eso —dice mientras me carga y me lleva hacia la sala, atrapándome entre sus brazos, que me hacen sentir segura.

—¿No viste las noticias hoy?

—No he tenido tiempo.

—Sonia apareció en un programa diciendo cosas horribles de mí. En ese momento, me encontraba en una cafetería con Carol, y unas señoras se acercaron, me gritaron un montón de cosas y luego una de ellas me dio un golpe —siento cómo se tensa, pero no me importa; sigo llorando sin consuelo alguno. De un momento a otro, me aparta de encima.

—Se acabó. No dejaré que te digan más cosas. Voy a solucionar esto, lo prometo —cuando va a salir, lo tomo del brazo.

—¿A dónde vas?

—A arreglar esto.

—No, ya es tarde. Mejor quédate conmigo, no quiero estar sola —cuando digo eso, su mirada se suaviza y vuelve a entrar con una sonrisa.

—Ven, vamos a curarte eso —me
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