Me quedo pasmada al ver que estamos al frente de la empresa que maneja Máximo.
- Lia, vamos, se nos hace tarde.
- Daniel, ¿cómo se llama el nuevo socio?
- Máximo Bulton -¡No! Esto no podía ser cierto. Iba a trabajar con mi exmarido y padre de mi hijo.
- Lia, ¿estás bien? Te noto pálida.
- No, tranquilo, estoy bien. Mejor entremos - Caminamos y, al entrar, las mujeres de la recepción me miran con la boca abierta.
- Buenos días, tengo una cita con el señor Bulton.
- ¿De parte de quién?
- Soy Daniel Muller.
- Oh, señor Muller, pase. El señor Bulton lo espera - Cuando vamos a seguir, la chica de recepción me detiene.
- ¿Usted a dónde va? Usted tiene la entrada prohibida - Así me prohibió mi entrada. ¡Maldito hijo de puta!
- Ella es mi asistente - Daniel me mira sin entender.
- Está bien, pase. Nos montamos en el ascensor y Daniel no deja de mirarme, como si buscara respuesta.
- Sé que quieres una explicación, pero te la daré luego de que terminemos esto.
- Está bien, Lia - Cuando llegamos