Por Pupy
-Buenos días.
Emma me miró sin inmutarse.
Vi cierta frialdad en su mirada.
Debe pensar que terminé la noche con Grace.
-Buenos días.
Contestó forzando una sonrisa.
Me acerqué ignorando deliberadamente su actitud.
Le di un beso en la mejilla.
Cuando estuve a su lado, quedé impactado.
Apenas tenía una leve línea negra debajo de sus ojos, por lo demás, no tenía una sola gota de maquillaje.
Su rostro era tan bello, tan angelical, tan puro, que no pude apartar mi mirada de su cara.
Sus pestañas, desprovistas de alargador o mascaras, eran doradas, arqueadas y le daban un brillo increíble a sus hermosos ojos.
Me gusta todo en ella, hasta su infantil coleta.
Su rostro era perfecto.
Bajé la vista y la dejé fija en su boca.
Sentí una sacudida que no esperaba.
-Sos hermosa.
Le dije sin poder ni querer evitarlo.
Entiendo que mis palabras le daban poder, pero al tenerla cerca, olvidé la intención que tenía al acercarme a ella.
Su aspecto era la de una adolescente.
Sin embargo era una muje