Comencé a despertarme y lentamente abrí los ojos.
Un techo blanco fue lo que me recibió y estiré mi cuerpo un poco.
Volteé hacia mi derecha y me sorprendí al ver que Alexander me estaba observando.
-Me asustaste- reí, llevando mi mano derecha al pecho- No sabía que estabas despierto-
-No quería perderme el verte despertar, por fin-
- ¿Tenías miedo de que me escapara como siempre? - bromeé.
-Claro que no, no lo iba a permitir- dijo sonriendo, y se acercó más a mí -Buenos días, mi bella Anne-
-Buenos días, Jefe. ¿Cómo te sientes? -
-Mejor por suerte. - de pronto su rostro se transformó -Y ahora sí, voy a ocuparme de ese maldito que quiso matarme- masculló.
Mi corazón se detuvo.
- ¿Planeas vengarte? -
-Claro, intentó asesinarme- respondi&