POV Alexander
Observé en silencio como Anne abandonó mi despacho con furia.
No dije nada, no la seguí, la dejé ir.
Me senté destruído en la silla y tomé mi rostro entre las manos.
Mierda, mierda, mierda.
Era un hijo de puta. Uno grande.
Su rostro angelical estaba arruinado gracias a mí. Le había roto el corazón.
Pero el mío también lo estaba.
Ya nada volvería a ser como antes, y era mi decisión final.
Suspiré una vez más y su rostro con lágrimas volvió a mi mente.
De pronto, una ira se apoderó de mí. Me puse de pie y comencé a romper todo lo que estaba a mi alcance.
Tiré por el aire papeles, la silla y una botella de whisky que había vaciado a la mitad, antes de decirle que se fuera.
Todo. Rompí todo. Rompí su a