Jonathan
El día para mi sorpresa fue más entretenido de lo que esperaba y descubrí varias cosas interesantes. Estaciono el auto en la entrada, la señora Alejandra (que de señora no tiene nada) de nuevo no se esperó para que le abriera la puerta, comenzó avanzar a la casa con una mano en la frente, apuesto que le dolía la cabeza y no era para menos, después de someter a su socio se hizo todo un caos, cuando lo solté brincó para tomar su celular y llamar a la policía de que lo estaban atacando… me preocupe de inmediato, al ser un ex marine podía meterme en problemas, pero mi jefe la observaba con tanta calma que me obligué a mantenerme sereno como ella, le dijo algo que no alcancé a escuchar a su asistente pervertida y la mujer se marchó.
Cuando las autoridades llegaron el sujeto comenzó a decirle a la policía que lo ataque de la nada y el brazo que movía como sin nada sorpresivamente cuando llegaron ellos comenzó a fallar, la señora Milligan observaba todo con una calma arrebatadora