29. Abriendo los ojos a la realidad
A partir de allí Duncan cambió de actitud, trató de llevarse bien con Megan y si bien no recordaba todavía su relación debía admitir que la pasaban bien juntos y que era una mujer responsable, decidida y profesional.
Una tarde debieron visitar un cliente juntos y cuando iban de regreso a la oficina se encontraron a una mujer pidiendo ayuda desesperada, el suceso acababa de ocurrir pues dicho vehículo iba tan solo unos metros delante de ellos.
— Detente debemos hacer algo.
— Megan no debes ser tan confiada, me detendré pero me bajaré yo primero — , una vez se detuvo está no esperó y en segundos estaba al lado de la mujer.
El auto parecía haberse salido del camino y estaba mal estacionado pero sin daño alguno, — ¿Que le ocurrió?
— Ayuda por favor, mi esposo…
— Lo mejor será llamar a emergencias y luego nos vamos — , sugirió Duncan.
Pero Megan insistió en quedarse con ellos, — Dígame, ¿qué pasó?
— Estábamos discutiendo y de pronto se comenzó a sentir mal, decidió estacionarse antes