Capítulo 117. ¡Esposa, siempre lo supe!
—¡Serán dos! — balbuceó Lizbeth.
—¡¿Qué?! — dijeron Soraya y la abuela al mismo tiempo.
—¡Son gemelos!
Ambas mujeres se quedaron congeladas y buscaron dónde sentarse porque sentían que sus piernas no las sostenían.
—¡Gemelos! ¡Serán dos niños!
—¡Pueden ser dos niñas! — agregó la abuela mostrando una felicidad nunca antes vista. — En nuestra familia hay muchos hombres. Deberíamos contar con dos niñas.
—Señora, no olvide a Sally y Sary, y tampoco olvide a la otra niña — le recalcó Soraya.
—Tienes razón. La edad me está convirtiendo en una anciana olvidadiza, pero repito que deberíamos contar con dos niñas.
—Eso no depende de usted, abuela — le dijo Milena. — Depende de la casualidad.
—Sí, disculpe, no quise que me lo tomaran como una imposición, será lo que Dios disponga— rectificó con una amplia sonrisa.
Soraya se levantó y abrazó fuertemente a Lizbeth, muy emocionada, diciéndole con sinceridad:
—Todo saldrá bien, tendremos dos bebés a quienes consentir. Nuestros gemelos estarán con no