Capítulo treinta. Un paseo de ensueño

A la mañana siguiente, fue Michael con la ayuda de Emma quienes se ocuparon de preparar un delicioso y nutritivo desayuno para los tres.

—Esto huele delicioso, estoy segura de que a mamá va a encantarle —dijo Emma mientras se ocupaba de estrujar las naranjas.

—Cariño usa el extractor —le recomendó Michael, al ver las manitos de Emma aferrarse a la mitad de una naranja.

—No, a mami le gustan las naranjas estrujadas, así —dijo empleando su otra mano para apretar la naranja y ver como el jugo caía directamente al vaso.

Michael asintió, recordaba que era así como le gustaba a la muchacha beber el jugo en las mañanas, pero jamás pensó que su hija prestara atención a las pequeñas cosas. Pero era una niña muy observadora y consentidora, no podía esperar menos de ella.

—Quítale las orillas al pan, a mam&a

Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo