- Gabriela, el amor es algo muy complejo, y la gente puede amar de diferentes maneras y en diferentes momentos de su vida. Yo te quiero más que a nada en el mundo, eso es innegable. Y también le tengo mucho cariño a tu mamá. Pero a veces las cosas no son tan sencillas como parecen.
Gabriela frunció el ceño, tratando de entender lo que quería decir.
- ¿Quieres decir que no puedes querer a mamá y a Alicia al mismo tiempo?
Gaspar sonrió, apreciando la sinceridad de su hija.
- No es así, cariño. Se puede querer a varias personas de distintas maneras. Pero en mi caso, tengo una responsabilidad con Alice y con nuestro matrimonio. Eso no significa que Emily no me importe, porque me importa mucho, sobre todo por ti.
Gabriela pareció pensárselo un momento antes de preguntar:
- ¿Así que eres feliz con Alice?
Gaspar suspiró y acarició el pelo de Gabriela.
- No soy infeliz, pero tampoco tan feliz como me gustaría. A veces las cosas son complicadas para los adultos y es difícil tomar decisiones.
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