Capítulo 7.
Mi instinto de supervivencia me hizo reaccionar y comenzar a mover frenéticamente pies y brazos para poder subir a la superficie.
A la mierda los planes, lo primordial era salir del lago de la muerte. ¿Y si el lago tenía alguna bacteria y por eso tantos muertos?
No, yo no me quedaría por aquí ni un segundo más.
Salí a la superficie y nadé frenéticamente hacia la orilla más cercana. No sabía si era el lado por el que había entrado al agua pero no me importaba.
Salí del agua y enseguida vinieron a mí algunas arcadas; me dejé llevar por ellas y vacié el contenido de mi estómago. Cuando terminé, coloqué mi dedo detrás de la lengua para volver a provocar el vómito.
-¿Qué mierda estás haciendo, humana?
Salté, chillé y caí hábilmente de culo.
-¡Ay! – Exclamé mientras me levantaba y sobaba mi adolorida retaguardia.- ¿Qué está haciendo aquí?
-Mi maldito trabajo, obviamente. – Dijo con un resoplido. – Y para ello he tenido que seguir tu rastro por la mitad de la manada. ¿Por qué he despertado y