Capítulo 26.
Vencer al miedo era más sencillo decirlo que hacerlo.
-¿Entrarás?- Preguntó Dana detrás de mi con voz cansina.
-Es lo que estoy haciendo. – Dije con los ojos cerrados mientras sudaba frío. – Ya estoy del otro lado, ¿Cierto?
-Ni siquiera has dado un paso dentro. – Dijo y casi pude sentir cómo rodaba los ojos. – Escucha Vanesa, si quieres esconderte en un agüero real o figurativamente, necesitarás dar más de medio paso antes de comenzar a temblar y chillar como un bebé.
-Supongo que el horrible canto de Paula no silenció cierta conversación privada. – Dije deseando ser un avestruz.
Mi cuñada era un pollo, yo un avestruz... Las plumas abundarán en la familia.
Plumita. Lindo, ese será el apodo del nuevo bebé. Le encantará a Rose y.... y yo estaba divagando.
-Lo hizo, es solo que Juliet y yo somos curiosas. Nos acercamos a la puerta a pesar de las miradas mortales de la doctora Paula.- Dijo sacándome de mis pensamientos.
Al menos era honesta.
-Genial.
-Vamos, no quisiera quedarme