—¿Me vas a alejar con el bebé? —Noelia lo interrumpió, sollozando—. ¿Es por ella, verdad? —Señaló la puerta cerrada.
—No.
—¿Entonces quién si no ella? ¡Habíamos planeado irnos de vacaciones juntos a la playa! ¡Y ahora dices que ya no te vas a divorciar y quieres echarnos a mí y al bebé! —Noelia dejó de lado la voz suplicante y señaló la puerta con enojo—. ¡¿Te has olvidado de que ella ya te traicionó?!
—Llévala de vuelta —ordenó Álvaro al conductor. Su expresión se endureció y no dedicó más palabras a Noelia.
—¡Alvi, no me trates así! ¡Gabriela no te ama! Desde el principio solo fue una herramienta que tus abuelos usaron para humillarte, y ahora, está engañándote con su terapeuta.
—¡¡¡Suficiente!!! —La voz de Álvaro resonó en la calle.
Noelia se estremeció de pavor; nunca había visto a Álvaro tan furioso con ella.
—Lo que pase entre Gabriela y yo, lo resolveremos nosotros —Álvaro caminó hasta quedar frente a Noelia y habló lentamente, con firmeza—. Noelia, tú me salvaste la vida, y sie