Mundo ficciónIniciar sesiónTomé aire, sabiendo que lo que me decía era cierto. Metí los hombros hacia atrás, tratando de hacer lo que me pedían. Caminé más lento, pero un poco más segura. Esta vez no miré hacia abajo, sino que fijé la vista al frente, donde me indicaban, sabiendo que nadie tenía derecho a cuestionar mi lugar en este momento, excepto mi novio y yo. Gin asintió, satisfecho al ver que no me tambaleaba.
—Perfecto. Ahora inténtalo otra vez, pero esta vez imagina que llevas un vestido de diseñador y que la mafia italiana completa te está observando—dijo Gin con una sonrisa astuta.¿La mafia italiana completa? No voy a poder, no voy a poder caminar frente a todos esos mafiosos. ¡Demonios! Lilian, estás muerta y aún no lo sabes. Empezando por estos tacones que se empeñan en que use, porque todas las damas de la sociedad los llevan, que






