Los intensos rayos del sol despertaron a Ming Hui, quién se había quedado dormida encima de su escritorio. Los diferentes pergaminos, pinceles y tinta crearon un importante caos a su alrededor.

Como la situación había vuelto a la normalidad, también lo había hecho su trabajo. Así que las horas de sueño se redujeron de forma considerable.

Estaba cansada. Ni siquiera su trabajo en el mundo real lograba agotarla de esa manera.

Se levantó y recogió el desastre que había ocasionado la noche anterior. Después, abandonó su estudio, encontrándose con una tierna escena que calentó de cierta forma su corazón.

La pequeña Xue se encontraba jugando con una cometa en forma de mariposa. Cerca de ella, Shi MinZhe, Bing Wen y Bing Ming la observaban con una sonrisa.

Según lo que le había contado Shi MinZhe, Xue murió a muy corta edad. No tuvo la oportunidad de disfrutar y jugar como el resto de los niños de su edad. Así que era normal que todo fuera nuevo para ella.

"¡Vamos papá, juega conmigo!" Xu