Tenía miedo de que accidentalmente podría revelar información sobre el paradero de Olivia a Max. Sin embargo, fue muy difícil evitar decir la verdad.
Siempre tartamudeaba cada vez que Max llamaba, preocupado de que pudiera decir algo que no debería haber dicho. Afortunadamente, Max estaba demasiado concentrado en la operación de rescate para notar algo malo en Noa. No obstante, Noa todavía se sentía mal por no decirle la verdad a Max. Olivia, por otro lado, se quedó en casa todo el día y esperó a que llegara su máscara hiperrealista.
Cuando finalmente la mascarilla estuvo lista, Yandel fue quien la entregó en la puerta de Olivia.
Olivia inmediatamente abrió el paquete y se puso la máscara hiperrealista. Se miró en el espejo para asegurarse de que su hermoso rostro se había transformado una vez más en el rostro cubierto de pecas.
Después de revisar innumerables veces, finalmente se sintió aliviada al ver que la nueva máscara hiperrealista era exactamente similar a la que había perdido