Arianne se puso roja como un tomate, era verdad en eso del arte de la seducción era un barco perdido, no se atrevería a mostrar sus niñerías. Luci estaba dormida en sus brazos, y estaba cansada de cargarla durante todo el camino.

Malcolm no se mostró caballeroso ni un solo segundo, pero si noto la tranquilidad de ese inagotable terremoto, espera que ahora su esposa estuviera agotada y arrepentida de traerla. Se acerco a la cama y recostó a la pequeña a un lado de Malcolm.

—Podrías comportare como un caballero y dejarme dormir en la cama junto a la bebe.

—¿Crees que me vea bien durmiendo en una cuna? —dijo con una sonrisa —, ya mandé pedir la cama para esta pequeña guerrillera.

—Entonces duerme ahí—le señaló el sofá, Malcolm salto de la cama

—No me agrada el sofá se ve demasiado duro —lo examino, se rasco la mejilla y observo a Ariana.

—Alguien tiene que dormir en el sofá, no pienso compartir la cama contigo —Arianne estaba roja, angustiada, como una puritana a la que le están propo