Capítulo 23.
-Estás jodiendo conmigo, poli. - Dijo Bites después de un breve silencio.
-¿Por qué mierda jugaría contigo? - Pregunté enojándome un poco. - Enséñame todas tus malditas armas robadas y trae un chaleco antibalas.
-Claro. ¿Efectivo o tarjeta? - Preguntó con sorna antes de resoplar. - ¿Cómo sé que esto no es una trampa?
-Bites... si te quisiera preso, no vendría a mitad de la noche pidiendo que pagaras por mi maldito taxi. Tengo una emergencia y estás perdiendo mi tiempo. ¿Qué necesito para que comiences a mover el culo?
- Una jodida garantía.
Lo miré con incredulidad.
- ¿Qué quieres?
-La frecuencia de radio que utilizarán esta semana para los reportes jugosos de robos.
- Te daré las frecuencias de todo el mes si me das lo que quiero en los próximos dos segundos. - Dije rodando los ojos. - La de esta semana es...
Nunca vi a nadie correr tan rápido.
Me dió cien dólares y tres pistolas con silenciador cargadas. También algunos repuestos por si terminaba con todas mis municiones.
-Un place