Los de inteligencia habían cerrado la calle discretamente mientras que un equipo táctico había llegado a los edificios aledaños para sacar a los civiles por un reporte de "fuga de gas".

Así que en una hora la mitad del cuerpo de policía de la ciudad se encontraba intercambiando disparos sin temor a tener algunas bajas.

Todo terminó en quince minutos, y fue entonces cuando mi compañera y yo aparecimos en el área.

-No puedo creer que nos dejen participar cuando solo llevamos una semana aquí. - Dijo ella emocionada. - En la Academia decían que no nos dejarían estar en una misión así hasta después de nuestro segundo o tercer año.

-Fue una sorpresa. - Dije con el tono correcto. - Quizá reconocieron que hemos hecho un gran trabajo en nuestra área.

Ella sacó el pecho ante esto.

En la cena de ayer, el tío y yo habíamos llegado al acuerdo en el que no le diría a nadie que yo había sido quien encontró el escondite de la pandilla debido a que no me gustaba el exceso de atención. Respetó mis dese