Tras salir del restaurante, Marina se acomodó en el auto, pensativa, tratando de entender qué quería decirle Matías.
Él le había mencionado, casi de manera casual, que Diego había mandado a Leticia al hospital psiquiátrico por culpa de ella.
¿Estaba intentando advertirle acaso, de algo?
Antes de poder reflexionar más sobre las palabras de Matías, el auto ya estaba llegando a su casa.
Fernando se bajó para abrir el portón, y cuando Marina salió, levantó la mirada y vio a Diego esperándola justo en la entrada.
Se acercó a él, y Diego, de forma natural, la rodeó con un brazo, abrazándola cariñoso por la cintura. Le dio las gracias a Fernando y la condujo hacia el interior de la casa.
—¿Por qué me esperabas en la puerta?
—Me preocupaba que hubieras bebido, así que decidí esperarte para ayudarte a bajar del auto.
Marina pensó: No suelo beber mucho cuando salgo, ¿por qué tendría que esperarme en la puerta?
Sin embargo, al ver sus ojos llenos de ternura, decidió mejor no darle más vueltas a l