Capítulo 88
—Al instante—Yolanda se fue a buscar analgésicos para el dolor de cabeza.

Cuando Marina terminó de ducharse, se sentó en la sala, tomó el medicamento y se frotó las sienes, se encontraba mareada y con muchas náuseas.

Yolanda le ofreció un vaso de agua.

—Marina, ¿te sientes mal?

—Sí, dame una mascarilla para la cara. —Marina se aplicó rápidamente la mascarilla y se acurrucó con la almohada.

Yolanda notó las marcas de besos en el cuello de Marina.

—¿Sabes quién te trajo a casa esta noche?

—Sí.

—¿Y qué pasó con Diego?

—Tomé un poco y parece que lo confundí.

Yolanda se quedó sin palabras.

—Descansa, ya es muy tarde. —Marina acarició un poco la cabeza de Yolanda, cubierta completamente por la mascarilla negra, y se dirigió como pudo a su dormitorio.

Cerró la puerta, respiró hondo y se acercó al cajón.

Sacó temblorosa una foto de César, con el rostro desfigurado y ensangrentado.

Esa noche casi nos matan…

Se culpó en su interior: Lo siento, César, me equivoqué por completo.

Marina guardó la
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