Camilo se quedó por unos segundos desconcertado y dijo: —No era necesario deshacerte para nada de él.
Marina sonrió: —Tienes toda la razón.
Se volvió a poner el abrigo, mientras Camilo mostraba una ligera alteración en su mirada.
Al salir de La Terraza del Sol, Marina comentó: —Pueden irse, tengo algo que hacer más tarde. Mañana recogeré el auto que dejé en tu empresa.
Quiles respondió: —Cuídate. Llámame si necesitas algo.
Marina afirmó.
Camilo subió al auto y, al observar a Marina, que se veía completamente radiante y llena de vida.
—Llévame a Jardín Cielorén —dijo, recuperando la atención por completo.
Una vez que Camilo se fue, Marina se tomó una selfie con el abrigo de Camilo y la publicó al instante en las redes sociales con el mensaje: Hoy estoy con un poco de frío, me vestí demasiado ligera para la ocasión.
Pensó para sí misma: Yadira, disfruta del regalo que te envié.
En Jardín Cielorén, Yadira estaba en la cuarentena..
Recogió a su hija de la niñera que lo cuidaba e intentó de