Capítulo 110
Yolanda, que había estado espiando por un largo rato tras la puerta entreabierta, esperó a que Diego se marchara, fingiendo tropezar mientras se acercaba a Marina.

—¿Estás saliendo con Diego? ¿verdad?—preguntó con picardía.

Marina, masajeándose las manos y la espalda adoloridas, respondió con cierto desgano:

—No.

Yolanda, notando cómo se frotaba el cuerpo, sonrió de manera maliciosa.

—Parece que anoche hubo mucha... acción.

—No pienses tanto —respondió Marina, llevándose la taza a la cocina.

La lavó, salió y se dispuso a dormir un poco más. Tenía una cita con Blanca por la tarde.

—Voy a dormir un poco. Hablamos luego si necesitas algo —dijo mientras le daba una suave palmada a Yolanda en la cabeza.

—Bien —bostezó Yolanda—. Yo también estoy agotada. Anoche vi demasiados programas.

Ambas cerraron las puertas de sus dormitorios.

Marina revisó atenta su celular y encontró varios mensajes de Luis, molestos por su ausencia.

Los leyó, pero no contestó. Se dejó caer pesadamente en la cama y
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App