Capítulo 96: Las pasiones reprimidas.
Katherine sentía su respiración agitándose, sin embargo, no sabía si era debido a los nervios…o al placer.
—Ya te dije que aquí nadie viene, tranquila, nadie nos descubrirá…además, ¿Qué es la vida sin algo de riesgo? — dijo el apuesto magnate, y sonrió antes de besar a su amada en los labios.
Y mientras él se perdía en besarla, y Katherine, se perdía en el beso que nuevamente lograba rendirla, las atrevidas manos de Henry aprovechaban para deslizar los delicados pantis de Katherine de entre sus tersas piernas.
—Esto ya no está bien…me estas convirtiendo en una maldita pervertida al igual que tu… — Katherine logró pronunciar aquello apenas Henry se retiró de sus labios.
Henry sonrió ante lo dicho por su exesposa.
—¿Y eso sería tan malo?, Katherine, mientras seamos jóvenes, vamos a disfrutarnos…porque, aunque estemos viejos, este pervertido va a buscar el poder tocarte…pues no te voy a volver a soltar jamás, te tendré a mi lado lo que me reste de vida, y vas a tener que soportarme. — He