Capítulo 162: La visión del cementerio.
En Londres, Inglaterra. Jackson entraba tambaleándose al cementerio en donde días atrás habían enterrado a su padre. Estaba ebrio, y una botella en su mano lo seguía acompañando.
Caminando entre las tumbas recién colocadas en aquel frio camposanto, finalmente encontraba aquella que rezaba el nombre de su amado y odiado padre, el ilustre Sir Williams de Sussex; aquel nombre estaba finamente tallado en la loza fría que se hallaba humedecida por la ligera lluvia que había caído momentos antes.
Su odio por Katherine y Henry era implacable, y decidido a todo, bebió de aquella botella sobre la tumba de su padre.
No los iba a dejar ser felices tan tranquilamente; ese par de malditos ya debían de estar festejando y viviendo su amor apasionado mientras él se sumergía cada vez un poco más en la misera, pero no les permitiría el ser felices. Eso jamás.
Sacando aquella carta que su padre había dejado para el antes de terminar tan cobardemente con su propia vida, la leyó nuevamente con lágrimas en