Capítulo 161: Culpando a la víctima.
—Jackson, que bueno verte, aunque lamento que sea en medio de tan malas noticias. — muchas personas se disculpaban con el recién llegado Jackson que entraba a los funerales reales de su padre.
Los funerales no se harían como eran los típicos de la realeza de Inglaterra; se mantendrían en privado y aquel era el último día de ellos, pues solo se había decido que serían dos días de velorio. La mayoría de las personas eran completos desconocidos para el y que, estaba seguro, tan solo se habían acercado para reírse de ellos.
Jackson sentía los brazos de su tío Albert de York sosteniéndolo en ese abrazo que sentía francamente hipócrita. Aquel hombre, igual que todos los demás que alguna vez se hicieron llamar amigos y hermanos de su padre, le había dado la espalda en su peor momento.
—¿Mi tía Beatrice en donde se encuentra? — cuestionó Jackson con frialdad.
—Está en su habitación, pediré que lleven tu equipaje a tu alcoba, ella y la princesa Anastasia pueden quedarse en el castillo de York